Mayo 2025 II
Los tatuajes me llegan hasta las uñas y se me derrama la tristeza desde el pecho. Dentro mío aulla un hígado compulsivo y las ganas de estar despierto toda la noche. Los cuban van demasiado cargados y las chicas llevan poco maquillaje. Alguien me espeta en una puerta corrediza y me escupe a la cara mientras me abre el pecho como si fuera una máquina de refrescos. De ahí salen todas las historias que cuento con azucar, zero o con gas, estoy tan harto de mirar al abismo que prefiero mirar a quién quiera escucharme aunque sepa que todo lo que cuento es mentira "que estoy bien, que es una etapa" que los chistes-trauma son solo chistes y cero trauma. Da igual que quieran café o arrebatarme las gafas de un puñetazo mientras quieran algo todos mis órganos serán para ellos.