Poesia en Prosa II

Eres un viejo romántico, que no deja de mirarse en el espejo y sonreir, pensando en su yo pasado y lo feliz que era, que fue, que será y es. Eres un viejo romántico, que amores, tuviste, dentro de tu subjetividad ambigua, donde describir las emociones, era algo para pocos, y tu no eras de los elegidos. Pero miraste por encima de tu ombligo, señalando al que eras, como culpable de un alto cargo de asesinato, sabiendo, que tu mataste sin querer haber matado, el amor subjetivo, al que ahora objetivo, no puedes, mas que buscar.
No supiste amar, y te juzgaste a ti mismo, con la dureza, del diamante sobre las verdades.

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