Nacido Corriente.

Se me queman los dedos,
escribo demasiado,
todo malo,
demasiado.
El ventilador gira,
hace un ruido seco y horrible.
Me recuerda cuanto calor hace y me desespera.

El cenicero de plástico no ha aguantado,
como no aguantan las horas,
la noche también se muere.
Puta,
pensaba que aguantarías más,
tan negra tan eterna,
y te me vas entre los dedos y das paso al día y a todas las cosas esas.
Que no quiero,
ver.
Cuanto odio.

Cuanto odio tengo.
No puedo ponerle remedio ni ponerme una mierda de tirita con vetadine.
Eso no corta la desgracia de ser un nacido.
Yo no dije,
Mamá,
sacáme,
No dije nada.
Ahora tampoco.
Nunca diré nada.

Entradas populares