Abril

Dormir agarrado a una guitarra,
a unos sueños perdidos.
La cabeza en un paraíso,
el cuerpo en mantas sin cambiar,
Sobre un colchón dónde se nota,
Que acostumbra a faltar alguien encima.
Una huella sin sangre,
demasiado importante para llenarse.
Demasiado perenne
para entenderla sin cerveza
Todas las noches que llegas
sin conquistas a casa.

El cenicero colapsado,
Tantos cigarros como ataques de ansiedad
O brotes provocados por otras drogas mayores.
Quizá una chusta de cartón,
Un poco de agua de hielo
O un sabor a carmín barato.
No porque cueste poco dinero,
Sino porque cuesta poco ponérselo,
Cuesta poco vestirse de ciervo  y salir a la berrea,
Gritando a cuatro costados
Que no eres tú quien lleva hoy los cuernos.
Que no eres tú quien de verdad se viste esas pieles
Que no eres tú quien recita esas frases de paquete de cereales,
Con tal de no sentirse solo una noche extra.
Que no eres tú.
Quien no sabe sentir,
Quién perdió su visión,
El valor que le hinchaba de orgullo
Y ahora le sobrecoge
Que no eres tú.
Quien mendiga
Sino quien necesita
Que por favor le escuchen entre sábanas.
Que por favor, no se vayan sin despedirse,
Por mucho que tu insinúes,

Que no necesitas a nadie.

Entradas populares