Chubasquero amarillo

En mis sueños,
cuando llueve llevas un chubasquero amarillo.


Sin embargo,
ya no eres más que un reflejo ficticio.
Y cuando te persigo
no te encuentro.
Busco en todos los rincones,
que un día nos pertenecieron.
En las rimas de las poesías que escribí.
En las muecas de las puertas que cruzamos,
de tu barrio,
que yo hacía llamar hogar.

Pero no hay nadie querida.

No sé si fuiste solo una mentira.
Si de estar tan mareado confundí otra vez,
la sal con el azúcar.
O las balas con putas gominolas.

No será tan fácil que me vaya,
ni tan sencillo que me quede.
ni me será fácil irme ni me será difícil quedarme.
Posiblemente me odie y odie el amor
como odio a la vida los días de rutina
y ellos se odian entre ellos por religiones
y cosas,
que no entiendo.

Pero que le voy a hacer mi amor!
Si viniste me quisiste y te fuiste.
En un último alarde de que no se puede conseguir lo que se desea
y de que por muy grande que sea la pasión luego muere,
queda la locura,
luego la discordia
y por último la pena.

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