Octubre I
Y nos moriremos
porque nuestro camino se divide y se despedaza dejándonos a un lado de la
tierra a cada uno.
Y lo peor es que
no es una tierra real, sino una tierra creada por nuestras propias voluntades
que en algún lugar de todo esto eligieron no acompañarse y se desataron los
cordones,
Y por eso ahora
tropiezan,
Como un niño
pequeño,
Que corre por el
parque con los zapatos sueltos
Y tijeras en las
manos.
No puedo sino
sentirlo,
Ya que yo le di
esas tijeras
Y le mandé correr
todo lo que pudiese, hasta que llegase el final.
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