Noviembre III
Ahora que llega el frío,
ojalá pudiera meterme a hibernar,
como un oso.
Y cerrarme en mi cuarto, tirado en el suelo,
vestido con un polo y un pantalón de lana.
Hibernar,
hasta que vuelvan las flores,
hasta que se pasen los días de duelo,
hasta que los pájaros me despierten picándome los ojos,
y yo delgado,
y por fin ciego.
ojalá pudiera meterme a hibernar,
como un oso.
Y cerrarme en mi cuarto, tirado en el suelo,
vestido con un polo y un pantalón de lana.
Hibernar,
hasta que vuelvan las flores,
hasta que se pasen los días de duelo,
hasta que los pájaros me despierten picándome los ojos,
y yo delgado,
y por fin ciego.
Comentarios
si existe duelo en lugar de vuelo,
si hibernar se ha convertido en la mejor opción para salvarte,
mi corazón y yo nos vamos,
que me urge encontrar el calor
y tú no estás para abrazarme.