Enero III

Hazte fotos conmigo, 
pero que sean polaroid,
para ponerle marco blanco a los recuerdos
para que cuando te eche de menos,
pueda tocarlos,
pueda verlos como ventanas a otros tiempos,
pueda no olvidar nunca cómo es tu cara,
y pueda volver siempre a ella,
tanto me duela, tanto te quiera. 

Déjame inmortalizarte,
en fotos de carrete,
para luego clavarte chinchetas en los hombros
y así tenerte sobre mi cama,
y que pueda mirarte cuando llueva,
cuando amanezca,
o cuando sea demasiado tarde para nada. 

Déjame, guardarte en formato fotomatón,
para poder llevarte en la cartera,
para cruzarme contigo, 
al azar,
comprando el pan,
o bebiendo vino,
o cuando te caigas de mis tarjetas a mis manos,
y pueda sujetarte entre los dedos, sonriendo,
como si nada de esto hubiera pasado,
y todo fuera como antes,
donde tu sonreías, en mis dedos,
y el tiempo,
al recordar,
parece pararse,
aunque sea sin marco blanco,
sin papel reflectante,
sin ser cuadrado
y es una pena,
como todo lo que no cabe en una foto. 

Comentarios

Entradas populares