Octubre III

Tócame,
que yo me encargo de sujertarte las manos a mi cara,
que ahora mismo,
soy un mamífero,
presa de un instinto.
Y ya no soy de piel,
ni tengo manos,
y sólo soy un perro,
que necesita que le acaricien. 

Comentarios

Entradas populares