Noviembre V

 Y sin haberse perdido,

se abrazan en el vagón de metro,

delante de todos.

estoicos, como si el mundo no se hubiera parado,

y no les estuviera juzgando ningún enmascarado.

Rompiendo las reglas desde la desesperada por amarse,

"no te separes de mí"

en la única época donde la primera norma es estar separados. 

Pégate,

aquí más cerca,

quiero oír como tú cabeza piensa que ojalá el metro no se detenga nunca,

ojalá no haya más estaciones, ni salidas por calles cuyos nombres tampoco te sabes,

y tampoco te importan,

no haya más estampidas a ver quién es el primero que pone el pie en la escalera mecánica,

toca el timbre para que se abra deprisa la puerta,

no haya más yo tengo que coger otra línea,

tú tienes que volver a casa. 

Juntos, ocupando el mínimo espacio común,

tan encontrados, 

como un asiento vacío un día que vuelves cansado. 

Tan inherentes al mundo, 

tan felices cuando todo está tan triste,

un símbolo de luz,

un bien que los que mira, solo recuerda,

un ejemplo de que hay hogares en pandemias,

y que si me tengo que volver a quedar encerrado,

sea ahí, 

entre tus brazos, 

escuchando cómo única melodía el jazz que nace de que respires,

viviendo de que el tiempo pase,

y da igual lo que pase, 

mientras nosotros no nos soltemos las manos. 

Comentarios

Entradas populares