Febrero II
Niños pequeños jugando en jardines cuadrados,
paredes de ladrillo,
pintadas con pintalabios color carmín,
de los caros.
Un pasillo, construido con fotos de infancia,
nostalgia
y olor a casas hechas de latón.
El día que me vaya,
espero te agarres las joyas,
y sientas lo que pesa todo esto encima nuestro.
Vendrán a mi entierro cargados de flores,
y espero que no hay ni un me dijiste que no,
me dijiste que si.
Que nos de el sol a través de las cortinas,
que no se dibujar nubes.
Algún día alguien enmarcará mis tatuajes,
y todo lo que ahora son imángenes,
serán recuerdos,
para hacer postales.
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